Vivimos en un mundo en el que las prisas y el trabajo lideran nuestro día a día. Muchas veces me paro y pienso: ¿estoy viviendo la vida? ¿O simplemente la dejo pasar?
Por ello, cada vez que me doy cuenta de que me he olvidado de mí o de disfrutar y sentir cada momento, me sonrío porque en esos momentos soy consciente de estar viva. En esos instantes doy gracias por todo lo que tengo (familia, marido, amigos, trabajo, ilusiones...).
Todos los días me pongo mi mejor sonrisa e intento disfrutar de cada uno de los instantes, ya que la vida es un paseo que tenemos que disfrutar.
Muchas veces vamos por la vida postergando nuestros deseos por nuestros miedos. Quiero creer que cuando algo se desea con fuerza se hace lo posible para que esos miedos no se cumplan, y si lo peor ocurriese, me quedaría pensar que por lo menos lo he intentado y que he vivido ese momento.
El futuro siempre es incierto, el pasado es enseñanza, pero vivir en él sólo nos traerá dolor, por lo que vivamos el momento y disfrutemos de cada segundo, de las sonrisas, los guiños, los detalles… ya que el final siempre nos llegará.
Os dejo unas fotos que me han inspirado en este Post.